Según una teoría, la relación entre tinnitus y pérdida auditiva tiene que ver con la privación auditiva, que se produce cuando el cerebro deja de recibir sonidos. En realidad, oímos con el cerebro, que interpreta el sonido que entra por los oídos.
Si tienes una pérdida auditiva, el sonido en determinadas frecuencias no llega al cerebro. El cerebro intenta compensar la falta de sonido y sube su propio "volumen" para encontrar ese sonido; es como si prestara más atención. De esta manera, puede que el cerebro detecte por error señales que antes habría ignorado y que ahora interpreta como sonido (el tinnitus que oyes).
Por eso, el uso de audífonos para amplificar esas zonas de frecuencia puede resultar muy útil para controlar el tinnitus, dado que el cerebro vuelve a tener acceso al sonido y ya no tiene que sobrecompensar.